Como padres, uno de los objetivos fundamentales es poder criar hijos para que se conviertan en buenas personas. Lo cierto es que un mundo en donde el tiempo cada vez rinde menos, es complicado poder hacerse el espacio para que la crianza de ellos sea prioritaria. Sin embargo, es de vital importancia poder enfocarse en esto.
Y una de las formas principales de hacerlo es mediante la comunicación. Lo cierto es que los pequeños aprenden en la vida cuando logran absorber con conciencia los mensajes que le dicen sus padres. Es por eso que es vital tener una comunicación fluida y abierta con ellos, con el fin de que entiendan y sepan cómo funcionar y actuar.
CÓMO COMUNICARSE DE MANERA EFECTIVA CON TUS HIJOS
1. Observar de manera activa: observar activamente a tus hijos lo va a ayudar a sentir que le prestan atención y que lo comprendn. Gestos como sonrisas de ánimo o asentir para expresar una afirmación pueden demostrarle que estás atento a lo que te comunica y que te importa genuinamente. Mantener el contacto visual mientras te habla puede ayudarlo a sentirse más seguro y conectado contigo.
2. Dialogar con claridad: emplear un lenguaje que le resulte comprensible y sea apropiado para su edad. Habla de manera clara y específica y evita usar términos despectivos. El uso de un lenguaje respetuoso contribuye a dar un ejemplo positivo a tus hijos. Recuerda: la comunicación debe hacer que se sientan valorados y amados.
3. Evitar la manipulación: ofrecer premios por comportamientos básicos puede darte una sensación de control a corto plazo, pero no te permite establecer límites claros y puede generar desconfianza entre tú y tus hijos. Intenta establecer expectativas claras y realistas sobre cómo te gustaría que se comporten tus hijos, elogiar su buen comportamiento cuando sea apropiado y utiliza consecuencias pacíficas que fomenten una conducta positiva siempre que lo consideres necesario.
4. Expresar las emociones: para que tu hijo pueda desarrollar su inteligencia emocional, es importante que aprenda a identificar sus sentimientos. Si expresa lo que siente verbalmente, escúchalo con empatía y sin juzgarlo. Trata de comprender cómo percibe la vida desde su perspectiva. Si tu hijo expresa sus emociones de forma no verbal (por ejemplo, con una rabieta, riéndose o disfrutando de una actividad que le gusta), ayúdalo a describir cómo se siente (feliz, triste, relajado, herido, asustado, hambriento, orgulloso, cansado, enojado, indefenso, irritado, avergonzado o alegre).
Estos son algunos consejos que se pueden aplicar para que los niños puedan sentirse cercanos a los padres, quienes son las personas que les enseñan y ponen límites. Solo con tiempo y paciencia ellos van a poder ir aprendiendo sobre la vida y las cosas que pueden y no pueden hacer.