Negar el paso del tiempo: el error que cometen los padres con sus hijos adolescentes

Con el fin de protegerlos, hay veces que los padres cometer el error de evitar que sus hijos vivan ciertas experiencias.
hijos

Llega un momento crucial en la crianza de los hijos, que es cuando éstos alcanzan la edad adolescente. Lo cierto es que comienza un ala de curiosidad y de ganas de salir del hogar, que muchas veces entra en conflicto con los padres, quienes tienen miedo de que ellos salgan al mundo y que les pase algo que les genere sufrimiento.

En consecuencia, comienza un tironeo en el que los hijos comienzan a enojarse con los padres, que están siempre queriendo frenarlos y cuestionarlos. De a poco, y en caso de que esas rispideces no puedan subsanarse, el vínculo de ambas partes se degrada hasta que ellos no son mayores para entender qué es lo que sucede.

Ahora bien, los expertos en crianza indican que lo mejor que se puede hacer al tener hijos adolescentes es no negar el paso del tiempo. Es decir, entender que los hijos crecen y que es importante poder acomodar sus deseos y necesidades de la forma correcta, para que ellos puedan explorar y conocer el mundo, a la vez que se sienten protegidos y apoyados por sus padres.

A continuación se detallan algunos consejos que brindan los expertos sobre qué hacer en caso de que tener que dejar a los hijos crecer, lo cual puede generar muchísimo miedo. Los padres, en este caso, deberán recurrir a momentos de tranquilidad para comprender que el paso del tiempo es inevitable, y que es mejor siempre estar del lado de ellos.

NEGAR EL PASO DEL TIEMPO: EL QUIEBRE DE VÍNCULO CON LOS HIJOS

Negar el paso del tiempo y tratar a los hijos adolescentes como nenes chiquitos puede tener repercusiones significativas en su desarrollo y en la relación familiar. En primer lugar, cuando los padres no reconocen el crecimiento y los cambios naturales que experimentan sus hijos adolescentes, tienden a seguir tratándolos como si fueran mucho más jóvenes. Esto puede resultar en una falta de autonomía para los adolescentes, quienes necesitan gradualmente asumir más responsabilidades y tomar decisiones por sí mismos para desarrollar habilidades importantes de adulto.

Una consecuencia directa de esta falta de reconocimiento es la limitación en el desarrollo de la responsabilidad. Si los adolescentes no son considerados como individuos en crecimiento, es menos probable que se les asignen tareas y responsabilidades apropiadas para su edad. La falta de responsabilidad puede dificultar su capacidad para aprender habilidades esenciales, como la gestión del tiempo, la toma de decisiones informadas y la resolución de problemas, que son cruciales para la vida independiente.

Además, la comunicación entre padres e hijos adolescentes puede verse afectada negativamente si los padres no reconocen el paso del tiempo. La negación puede llevar a una falta de comprensión mutua y a una desconexión emocional. Los adolescentes necesitan sentirse escuchados y comprendidos a medida que exploran y desarrollan su propia identidad. Si sus padres no reconocen su crecimiento y evolución, puede ser difícil establecer una comunicación abierta y honesta, lo cual es esencial para construir una relación sólida y de confianza.

Otro aspecto importante es la preparación para el futuro. Los adolescentes necesitan adquirir habilidades sociales y experiencia en la vida real mientras se preparan para la adultez. Negar el paso del tiempo puede limitar estas oportunidades de aprendizaje crucial. Por ejemplo, los adolescentes necesitan practicar habilidades como la negociación, la resolución de conflictos y la empatía en un entorno cada vez más complejo fuera del hogar familiar.

En última instancia, reconocer y apoyar el crecimiento de los hijos adolescentes es fundamental para su desarrollo integral y su transición hacia la adultez. Los padres deben estar dispuestos a adaptar sus expectativas y roles a medida que sus hijos crecen, brindando el apoyo emocional y práctico necesario para fomentar su independencia y éxito futuro. Esto incluye permitirles asumir responsabilidades, facilitar una comunicación abierta y afectuosa, y proporcionarles las herramientas y habilidades necesarias para enfrentar con confianza los desafíos de la vida adulta.

¿Y CÓMO SE PONE EN PRÁCTICA?

Lo cierto es que a pesar de que en texto todo suene sencillo y tenga mucha lógica, no hay nada más paralizante y tembloroso que el miedo. La realidad indica que los padres, a sabiendas de esta información, igual no encuentran los mecanismos disponibles para poder comprender las necesidades de sus hijos y se enroscan en una forma de crianza destructiva para ellos.

En ese caso, los expertos recomiendan que la paciencia es fundamental para poder sobrellevar estos momentos. Los hijos se pueden poner insistentes con las cosas que tienen ganas de hacer, por lo que es clave tenerles paciencia. Ni hablar que la paciencia con uno mismo, comprendiendo que es un proceso complicado y que bien necesitamos de auto-compasión.

Junto a eso, es una buena idea buscar ayuda de un profesional. Si bien para algunos puede ser un tema tabú, no tiene por qué dejar de considerarse como una opción viable para todos aquellos padres que no quieran dejar a sus hijos solos en el mundo. Los profesionales sabrán guiarlos, a la vez les brindan herramientas para que puedan crecer en este nuevo formato de vínculo.

Informarse acerca de esta etapa en la adolescencia también puede ser interesante, más que nada para saber qué esperar y cuáles son las expectativas a tener de cada uno de los niños. Los profesionales aseguran que hay algunos libros que se pueden leer, junto a algunas páginas webs que exponen este contenido.

Para concluir, lo cierto es que eventualmente los hijos crecen y es importante poder corresponder sus necesidades. No deja de ser una edad complicada y una etapa que es principalmente pasajera, motivo por el cual tampoco es necesario enroscarse tanto en cuestiones que en retrospectiva son sumamente banales. Lo importante es que como padres se sepa el rol que se ocupa y lo importante que es nuestra opinión para los hijos, los cuales siempre están contando con el apoyo.

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