Estrés: las mejores 12 técnicas para calmar a los hijos

A diferencia de lo que se cree, los hijos sufren estrés igual que los adultos por lo que es clave poder encontrar formas para calmarlos.
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Durante mucho tiempo hubo una falsa creencia de los hijos no sufren estrés de la misma forma que los adultos, y esto es debido a que los padres siempre consideran que ser pequeño no acarrea problemas. Sin embargo, nada de esto es cierto. Los pequeños en la casa se pueden estresar de la misma forma que los adultos, por lo que es clave encontrar formas para calmarlos.

En este artículo se detallan doce consejos que pueden aplicarse en los hijos para tratar de bajarles el estrés en su vida. De esa forma, van a poder vivir una vida mucho más placentera y con menos ansiedad.

12 FORMAS PARA CALMAR EL ESTRÉS EN LOS HIJOS

  Meditación guiada: La meditación guiada es una técnica de relajación muy efectiva para niños. Consiste en seguir instrucciones de audio que los llevan a un estado de calma y concentración. Se les puede guiar a imaginar un lugar tranquilo y seguro, donde se sientan cómodos y relajados. Esto ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad, promoviendo un estado de bienestar mental.

  Respiración profunda: Enseñar a los niños a respirar profundamente puede ser una herramienta poderosa para reducir el estrés. La técnica consiste en inhalar lentamente por la nariz, llenando los pulmones de aire, y luego exhalar lentamente por la boca. Este proceso ayuda a activar el sistema nervioso parasimpático, que es responsable de la relajación y la reducción del estrés.

  Yoga infantil: El yoga es una práctica que combina posturas físicas, respiración y meditación. Para los niños, existen clases de yoga adaptadas a su edad y habilidades. Las posturas ayudan a liberar la tensión física, mientras que las técnicas de respiración y meditación fomentan un estado mental tranquilo. Además, el yoga puede mejorar la flexibilidad y la coordinación, beneficiando la salud general de los niños.

  Tiempo en la naturaleza: Pasar tiempo al aire libre puede ser muy beneficioso para reducir el estrés en los niños. Actividades como caminar en el parque, jugar en el jardín o simplemente observar la naturaleza pueden tener un efecto calmante. La exposición a la luz natural y el aire fresco también contribuyen a mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de ansiedad.

  Arteterapia: El arte es una forma excelente de expresión y relajación para los niños. A través del dibujo, la pintura, la escultura o cualquier otra forma de arte, los niños pueden expresar sus emociones y liberar tensiones. La arteterapia no solo reduce el estrés, sino que también fomenta la creatividad y la autoexpresión, contribuyendo a un desarrollo emocional saludable.

  Juegos y actividades físicas: El ejercicio físico es una manera natural de reducir el estrés. Los juegos activos, como correr, saltar o montar en bicicleta, liberan endorfinas, las cuales son sustancias químicas del cerebro que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo. Incluir actividades físicas regulares en la rutina diaria de los niños es esencial para mantener bajos los niveles de estrés.

  Masajes y técnicas de contacto: El contacto físico, como los masajes suaves, puede ser muy relajante para los niños. Los masajes ayudan a liberar tensiones musculares y promueven la liberación de oxitocina, una hormona que reduce el estrés y aumenta el bienestar. Los padres pueden aprender técnicas básicas de masaje para aplicar en casa y ayudar a sus hijos a relajarse.

  Lectura de cuentos relajantes: La lectura de cuentos antes de dormir puede ser una excelente manera de calmar a los niños. Elegir historias tranquilas y positivas les ayuda a relajarse y a desconectar de las preocupaciones del día. La rutina de la lectura también puede crear un ambiente seguro y reconfortante, lo que contribuye a una mejor calidad del sueño.

  Música relajante: La música tiene un poder increíble para influir en nuestras emociones. Escuchar música suave y relajante puede ayudar a los niños a calmarse y reducir el estrés. Crear una lista de reproducción con melodías tranquilas y sonidos de la naturaleza puede ser una herramienta útil para momentos de alta tensión o antes de dormir.

  Diálogo y expresión emocional: Es fundamental que los niños tengan la oportunidad de hablar sobre sus sentimientos. Crear un espacio seguro donde puedan expresar lo que les preocupa o les causa estrés ayuda a aliviar la tensión emocional. Los padres deben escuchar activamente y validar las emociones de sus hijos, ofreciendo apoyo y comprensión.

  Juegos de concentración y mindfulness: Los juegos que requieren concentración y atención plena, como los rompecabezas o los juegos de construcción, pueden ser muy beneficiosos para reducir el estrés. Estos juegos fomentan la concentración en el presente, lo que puede desviar la atención de las preocupaciones y ayudar a los niños a relajarse.

  Rutinas y estructura: Mantener una rutina diaria consistente puede proporcionar a los niños una sensación de seguridad y estabilidad. Saber qué esperar durante el día reduce la incertidumbre y el estrés. Incluir tiempos regulares para actividades relajantes, como las mencionadas anteriormente, puede ser parte de una estrategia efectiva para manejar el estrés en los niños.

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