En los días lluviosos o que no hay planes en casa, cocinar con tus hijos es una muy buena forma de entretenerlos por eso siempre hay que tener a mano una receta de galletas o tortas para chicos. Así pueden aprender, divertirse y desarrollar su creatividad junto a sus padres. A continuación te enseñamos dos recetas súper fáciles de galletas para pasar una buena tarde en familia.
Galletas para niños (sin horno)
La siguiente receta es muy sencilla ya que no necesita un proceso de horneado y a medida que los chicos aprenden podrán hacerlas sin supervisión constante de los padres. Son galletas sanas, lo principal es la avena, cereal con alta cantidad de fibra y cuenta también con azúcar. Los únicos dos ingredientes que necesitas son:
– Chocolate para taza, 100 gramos.
– Copos de avena, 200 gramos.
Preparación
1. Derretir el chocolate en el microondas durante 30 segundos o hacerlo a baño María picándolo previamente (colocalo en una olla de metal mezclando hasta que se derrita). Después, agregá los copos de avena y unir ambos ingredientes.
2. En una placa de horno colocar una lámina de papel aluminio. Ahí hacé bolitas de la mezcla y con el revés de una cuchara humedecida se puede emparejar las galletas y dar forma redonda. Llevar al freezer por una hora hasta que el chocolate se endurezca.
¡Listo! En tan solo dos pasos tenés unas ricas galletas para que tus hijos disfruten con amigos durante el postre o la tarde.
Galletas para niños de colores
Esta receta tiene muchos más ingredientes y gusta a los niños porque le podés agregar todos los colores que quieras.
Ingredientes
– Mantequilla o margarina a temperatura ambiente, 125 gramos.
– Azúcar, 125 gramos.
– Huevo, 1 unidad.
– Harina, 250 gramos.
– Ralladura de limón o naranja, 1 cucharadita.
– Colorantes de varios colores.
Preparación
1. Primero uní la mantequilla y el azúcar en un bowl hasta formar una crema. Añadí la ralladura de limón o naranja y el huevo y otra vez mezclar hasta integrar bien.
2. Después agregar la harina poco a poco hasta que se mezcle por completo. Cuando te quede una masa lisa y blanda, dividirla en porciones. A cada porción añadile unas gotas de colorante diferente.
3. Amasar bien para que el color se esparza uniformemente y envolver cada porción con papel film y llevar al freezer durante una hora.
4. Cuando ya esté la masa fría, estirar cada uno por separado. Con la ayuda de los niños, hacer la forma que quieran, podes combinar diferentes pedacitos de masa para que las galletas tengan varios colores.
5. En una placa engrasada y enharinada colocar las galletas y hornear a fuego moderado a bajo (160º aproximadamente), durante 15 minutos. Pasado el tiempo dejar enfriar y… ¡listo! Otra receta súper fácil y rápida para tus hijos.
PD: ¡Duran varios días si se las guarda en un recipiente cerrado!
