Actividad física: 5 formas de que tus hijos incorporen ejercicio

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La actividad física es esencial para el desarrollo físico y emocional de los niños. Les ayuda a mantener un peso saludable, mejora su coordinación y fuerza, y les brinda la oportunidad de socializar con otros. Sin embargo, en la actualidad, muchos niños llevan un estilo de vida más sedentario, influenciado por el tiempo frente a las pantallas y la falta de motivación para hacer ejercicio. Como padres, es fundamental fomentar en los niños hábitos de actividad física desde temprana edad, de manera divertida y estimulante. 

COMO HACER QUE LOS HIJOS INCORPOREN ACTIVIDAD FISICA

1. Hacer del ejercicio una actividad divertida

Una de las formas más efectivas de motivar a los niños a hacer ejercicio es hacerlo divertido. Si asociamos la actividad física con juegos y momentos agradables, es más probable que los niños se entusiasmen con la idea de moverse. Puedes organizar actividades físicas que involucren juegos al aire libre, como una carrera de sacos, una búsqueda del tesoro, o juegos como el escondite o el fútbol. Los niños disfrutan más cuando el ejercicio se mezcla con el juego y el tiempo en familia.

Aprovecha las actividades cotidianas para agregar un componente físico. Por ejemplo, al ir al parque o dar un paseo, puedes hacer pequeños retos como saltar, correr o caminar a un ritmo más rápido para que ellos vean que hacer ejercicio no tiene que ser algo aburrido o estructurado. Recuerda que el objetivo es que ellos disfruten de moverse y se acostumbren a la actividad física sin que lo perciban como una obligación.

2. Incorporar rutinas de ejercicio en casa

Si no puedes salir a diario al aire libre, puedes organizar pequeñas rutinas de ejercicio dentro de casa. Las rutinas no tienen que ser largas ni complejas; basta con ejercicios simples como saltos, estiramientos, o juegos de imitación. Puedes poner música y bailar con tus hijos o hacer actividades como yoga o pilates para niños, que ayudan a mejorar su flexibilidad y concentración.

Un excelente ejemplo es la actividad de “haz como yo”, en la que los padres o cuidadores realizan movimientos y los niños deben imitar. Esto no solo les permite hacer ejercicio, sino también fortalecer su capacidad de coordinación y memoria. Al crear una rutina regular, estarás ayudando a que tus hijos incorporen la actividad física en su vida diaria sin que lo vean como algo forzado.

3. Fomentar el deporte en equipo

El deporte en equipo es una excelente forma de motivar a los niños a incorporar actividad física en su vida. Los deportes no solo ayudan a mejorar la salud física, sino que también fomentan habilidades sociales, como el trabajo en equipo, la comunicación y la resolución de conflictos. Además, practicar deportes les enseña la importancia de la disciplina y el compromiso.

Existen muchas opciones para niños pequeños, como el fútbol, el baloncesto, la natación, o el voleibol, que pueden ser muy atractivas. Lo importante es permitir que tus hijos elijan el deporte que más les guste. Si no estás seguro de qué deporte podría ser adecuado para ellos, puedes probar diferentes actividades hasta que encuentren una que disfruten. Si bien no es necesario que sean campeones, el simple hecho de participar en un deporte les ayudará a mantener su cuerpo en movimiento de manera constante.

4. Limitar el tiempo frente a las pantallas

Uno de los factores más influyentes en el sedentarismo infantil es el tiempo excesivo frente a las pantallas, ya sea televisión, videojuegos o dispositivos electrónicos. El sedentarismo puede llevar a problemas de salud como la obesidad y la falta de energía, por lo que es importante establecer límites saludables en cuanto al tiempo que los niños pasan frente a las pantallas.

Puedes comenzar a limitar el tiempo frente a la televisión o dispositivos electrónicos a un máximo de 1-2 horas al día y, en lugar de eso, incentivar actividades físicas. Por ejemplo, después de una hora de pantalla, organiza una actividad como caminar al aire libre, hacer una caminata por el vecindario o practicar algún deporte en casa. Esto no solo reducirá el tiempo sedentario, sino que ayudará a tus hijos a desarrollar una rutina más activa.

5. Hacer de la actividad física un hábito familiar

Incorporar la actividad física en la vida diaria de tus hijos no tiene que ser un esfuerzo aislado. Hacer de la actividad física una actividad familiar puede ser un excelente motivador. El ejemplo de los padres es clave para fomentar buenos hábitos en los niños. Si los niños ven que sus padres disfrutan del ejercicio, es más probable que ellos también lo hagan.

Puedes organizar caminatas o paseos en bicicleta los fines de semana, jugar a lanzar una pelota al aire o incluso realizar excursiones o senderismo. Al integrar estos momentos de actividad física como parte de la rutina familiar, tus hijos aprenderán a valorar el ejercicio y a verlo como una forma natural de pasar tiempo juntos, no solo como una tarea o una obligación. Además, es una excelente oportunidad para pasar tiempo de calidad en familia mientras todos se mantienen activos.

Incorporar actividad física en la vida de los niños es fundamental para su bienestar físico y emocional. Las opciones son muchas y pueden adaptarse a las preferencias y al estilo de vida de cada familia. Ya sea a través de juegos, deportes, rutinas en casa o salidas al aire libre, lo importante es hacer de la actividad física una experiencia divertida y enriquecedora. Alentar a tus hijos a moverse no solo contribuirá a su salud, sino que también fortalecerá su relación con el ejercicio y les enseñará la importancia de mantenerse activos durante toda su vida.

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