Hace ya un par de años que hay todo un volver a prácticas ancestrales. Y eso cubre todos los rubros de la vida: miles de personas cansadas de las exigencias modernas, sienten la necesidad de volver a las raíces. Es así como el rol de la doula adquiere otro color en este contexto, en el cual miles de mujeres la requieren para pasar su embarazo y parto.
QUÉ ES LA DOULA Y QUÉ ROL CUMPLÍA ANTERIORMENTE
En las tribus aborígenes, independientemente de la región en la que viviesen, el rol de la doula era crucial para todas las mujeres embarazadas. Todos vivían en comunidad, por lo que todas las mujeres a punto de ser madres estaban todo el tiempo juntas, preparándose para el momento de parto, a la vez que criaban al resto de sus hijos y cuidaban del hogar.
La doula era la que se encargaba de acompañarlas en todo el proceso de embarazo, y era la única que asistía a la embarazada durante el trabajo de parto. Su vasto conocimiento de la anatomía femenina la volvió un aliado fundamental a la hora de pasar por estos momentos de dolor, estrés, emociones y muchísimo cansancio.
Pero su rol no quedaba allí: lo cierto es que tras el parto, todas las mujeres – incluso sucede en la actualidad también – sienten la necesidad física y hasta primitiva, de quedarse recluidas con su bebé, sanando del parto y pasando las primeras horas del bebé en paz en tranquilidad. La doula, entonces, juntaba a todas las mujeres en la misma condición, para que transiten juntas esta época y se apoye mutuamente.
Una doula, entonces, representaba la sensación de contención y del entendimiento más puro para las embarazadas o las recién convertidas en madres. Ella era quien sabía todo lo que estaban pasando y sabía de qué forma sostenerlas, para que igual pudiesen cuidar del resto de sus hijos, a la vez que sanaban y se recuperaban del parto.
LA DOULA HOY Y EL VOLVER A NECESITARLA
De más está decir que en el mundo de occidente, y ni hablar de que en las épocas modernas, estuvo silenciado el rol de la doula y las necesidades que las mujeres necesitaban al momento de dar a luz. Lo cierto es que el hecho de ir a un hospital y tener a un bebé en condiciones que pueden resultar hostiles y frívolas, hizo que miles vuelvan a necesitar a esta mujer que las contuviese.
Junto a los partos en el hogar y a la forma de tener bebés de forma natural, sin medicamentos ni anestesia, la doula vuelve a resurgir, con todos los conocimientos ancestrales que las anteriores solían trasmitir, haciendo que la experiencia de parto y pos parto sea vivida de una forma más instintiva y tranquila.
Si bien hay que tener en cuenta que no todos los casos aplican para parir de esta forma, sí es importante tener en cuenta que es posible tener un hijo en condiciones más amenas y que es posible la realización de un parto en el hogar, seguro, en donde tanto la madre como el bebé puedan estar en un espacio ideal para traer una vida al mundo.