Argentina está pasando uno de los veranos más calurosos, con temperaturas que superan los 40 grados. Es por eso que fueron muchos los chicos que se enfrentaron al golpe de calor debido al ambiente generado en la ciudad. Los padres, temerosos de que les vuelva a suceder, tomaron cartas en el asunto y se prepararon para enfrentarlos.
Si bien son varias las formas de poder “salir” de un golpe de calor, la clave está en la prevención de los mismos. Casi que de forma cotidiana, los adultos tienen que tomar una serie de recaudos con el fin de que sus hijos no se la pasen descompuestos durante todo el verano, para que puedan disfrutar de unas buenas vacaciones.
CÓMO FRENAR EL GOLPE DE CALOR
Los golpes de calor ocurren en cuestión de minutos y pueden llegar a ser muy dañinos si no se socorre al menor en el momento. Si vemos que el pequeño está muy descompuesto, y no responde a las señales, entonces hay que llevarlo a un centro médico lo antes posible. De lo contrario, las consecuencias pueden ser tan graves como la muerte.
Si notamos que el pequeño está muy acalorado, lo ideal es acostarlo boca abajo sobre una superficie fría, como el piso. Tiene que estar bajo sombra, en un lugar fresco y ventilado. Si se puede y es necesario hay que sacarle la ropa, para que quede lo más liviano posible. Luego, se le puede poner compresas frías (no hielo) en cuello, nuca, espalda y cabeza. Eso hará que descienda la temperatura. En caso de que el nene esté bien, se le puede dar agua fría o bebidas con azúcar para que remonte de la bajada de presión que generan los golpes de calor.
No se puede poner al mejor en una bañadera con agua fría, por ejemplo, o sumergirlo en la pileta porque el cambio brusco de temperatura puede generar mucho más daños. Lo ideal es llevarlo de a poco a la temperatura regular del cuerpo, para que el pequeño no sufra más alteraciones de las que tiene.
CÓMO PREVENIR EL GOLPE DE CALOR
La hidratación es el mayor aliado a la hora de enfrentar los golpes de calor en el verano. Y es que estos mismos se generan cuando el cuerpo está deshidratado, por lo que darle de beber agua a los pequeños es uno de los principales recursos a tener en cuenta. También vestirlo con ropa liviana y fresca ayuda mucho a que el cuerpo se atempere durante las altas temperaturas.
Evitar el ejercicio en horas de mayor calor es crucial, sobre todo en los nenes que suelen practicar deporte al aire libre. Es genial entrenar en verano, pero lo ideal es hacerlo en momentos donde la temperatura no es tan alta, como en las primeras horas del día o en las últimas. De esa forma, el cuerpo no sufre tanto cambio de exposición.
Por último, no dejar a los nenes solos en el auto, ni aunque sean solamente cinco minutos. Lo cierto es que, al igual que las mascotas, los niños quedan encapsulados dentro del vehículo y el aire no corre. Eso genera, sin dudarlo, golpes de calor que son tan fuertes que varios fallecieron debido a eso.