Son muchos los padres que quieren que sus hijos disfruten del hábito de leer. Sin embargo, debido a que ellos no lo hacen con frecuencia, les cuesta mucho encontrar los mecanismos adecuados para que ellos puedan encontrarle el placer y el disfrute de hacerlo. Es por eso que fracasan en el intento y ellos no pueden realizarlo.
En este artículo se detallan algunos ejemplos sobre cómo poder inculcarles a los pequeños la lectura, para que puedan estimular su cerebro y capacidad de crecimiento neurológico sin necesidad de tener que estar expuestos a pantallas todo el tiempo. Son sencillos de aplicar y sin dudas que marcan la diferencia.
4 CLAVES PARA QUE LOS HIJOS APRENDAN A LEER
1. Fomentar el amor por la lectura desde temprana edad: más allá de leerles libros, es importante crear un entorno en el que la lectura sea una actividad placentera y especial. Dedicar tiempo para leer en voz alta con entusiasmo y expresividad, utilizando diferentes tonos de voz para los personajes y haciendo pausas dramáticas. Los chicos disfrutarán y se emocionarán con las historias, asociando la lectura con momentos de cercanía y diversión junto a sus padres o cuidadores.
2. Crear un ambiente de lectura en casa: además de tener una amplia selección de libros, hay que asegurarse de modelar el hábito de la lectura. Leer uno mismo en presencia de tus hijos para mostrarles que disfrutas y valoras este hábito. También se puede organizar sesiones regulares de lectura en familia, donde cada miembro elige un libro para compartir. Esto no solo fortalecerá los lazos familiares, sino que también demostrará la importancia de la lectura como actividad compartida y enriquecedora.
3. Utilizar métodos de enseñanza divertidos y variados: para mantener el interés de los chicos en el aprendizaje de la lectura, incorporar juegos creativos y actividades interactivas. Por ejemplo, utilizar tarjetas con letras o palabras para jugar a juegos de emparejamiento o memory. Crear historias juntos utilizando palabras simples que ellos puedan reconocer. También se puede hacer que los niños participen en la creación de su propio libro, donde dibujen y escriban sobre sus experiencias o imaginaciones.
4. Sé paciente y apoya su progreso: reconocer y celebrar cada logro de tus hijos en su viaje de aprendizaje. Anima sus esfuerzos y muestra interés genuino en sus avances. Hacer preguntas abiertas sobre lo que están leyendo o aprendiendo para fomentar la comunicación y el pensamiento crítico. Si encuentran dificultades, ser comprensivo/a y ofrece ayuda sin presionar. La paciencia y el apoyo constante son fundamentales para cultivar una actitud positiva hacia la lectura y el aprendizaje en general.
Estas son algunas de las claves que son importantes a tener en cuenta a la hora de querer que los hijos incorporen libros a su crecimiento. Lo importante es hacerles entender que los libros deben estar por encima de las pantallas, para que así los elijan.