Uno de los conflictos más fuertes a los que se enfrentan los padres es con el dilema de saber criarlos de una forma correcta. Si bien nadie sabe cómo criar hijos y de qué forma poder hacerlo para no generar problemas, es fundamental entender que hay cosas que sí se pueden realizar para que dar lo mejor de uno, y así esperar buenos resultados.
Ahora bien, una patología que suele pasar desapercibida por padres y adultos pero que es clave poder identificar durante la crianza es el narcisismo. Este conflicto mental se define como un patrón de comportamiento caracterizado por una excesiva admiración hacia uno mismo, una falta de empatía hacia los demás y una necesidad constante de atención y admiración externa.
Una de las características principales tiene que ver con que ellos no sienten culpa o pena por los demás, sino que se la pasan pensando en ellos mismos, generando miles de conflictos con el prójimo. De adultos, les trae muchos conflictos con el entorno, les cuesta formar relaciones duraderas con los demás, ya sea románticas o de pareja.
La cuestión particular con este tema es que muchas de las características que se mencionaron, efectivamente están presentes en los hijos que están en edad de crecimiento, y que tienen la cognición no desarrollada del todo. En consecuencia, al no poder señalarlo, las personas crecen y no continúan con esa forma de ser.
En este artículo se exponen las principales características que los padres deberían tener en cuenta para no criar hijos que tengan esas cualidades. Si bien no es que la crianza evita por completo el desarrollo de patologías mentales, sí es cierto que una crianza consciente ayuda a señalar los síntomas de las enfermedades.
LAS SEIS CLAVES PARA EVITAR EL NARCISISMO EN LOS HIJOS
1. Fomentar la empatía: es fundamental cultivar la empatía en los hijos desde una edad temprana. Esto implica no solo enseñarles a reconocer y entender las emociones de los demás, sino también modelar activamente comportamientos empáticos en la vida diaria. Practicar la escucha activa con los niños, mostrar interés genuino por sus sentimientos y experiencias, y hacer preguntas que fomenten la expresión emocional son estrategias efectivas. Además, involucrar a los niños en actividades que promuevan el cuidado por los demás, como participar en obras de caridad o ayudar a amigos en dificultades, puede fortalecer su capacidad empática.
2. Establecer límites claros: la consistencia en el establecimiento de límites es esencial para enseñar a los chicos sobre el respeto por las necesidades y los derechos de los demás. Los padres deben comunicar claramente las reglas y las expectativas, explicando las razones detrás de ellas de manera comprensible para los hijos. Esto les ayuda a entender que ciertos comportamientos son inaceptables y que todas las personas tienen límites que deben ser respetados. Mantener reglas consistentes y aplicar consecuencias lógicas y apropiadas cuando se violan los límites establecidos refuerza este aprendizaje.
3. Fomentar la autonomía y la responsabilidad: permitir que los chicos tomen decisiones apropiadas para su edad y asuman responsabilidades les ayuda a desarrollar un sentido de autonomía y autoestima saludable. Alentando gradualmente su independencia y dándoles oportunidades para enfrentar desafíos, los padres fomentan un sentido de control sobre sus propias vidas. Esto es fundamental para prevenir comportamientos típicos del narcisismo, ya que ellos aprenden a valorar su propio esfuerzo y logros, sin depender excesivamente de la validación externa.
4. Enseñar la importancia del esfuerzo y la perseverancia: es esencial enseñar a los niños que el éxito viene como resultado del trabajo duro y la perseverancia, no solo de la habilidad natural o la suerte. Animarles a establecer metas realistas y apoyarles en el proceso de alcanzarlas les ayuda a desarrollar una mentalidad de crecimiento. Reconocer y elogiar sus esfuerzos, incluso en situaciones de fracaso, refuerza su capacidad de enfrentar desafíos con determinación y sin una expectativa irreal de éxito instantáneo.
5. Promover relaciones genuinas: los padres pueden influir significativamente en el desarrollo de relaciones interpersonales saludables al modelar y fomentar la reciprocidad, el respeto y la autenticidad en sus propias interacciones. Mostrar interés genuino por los demás y cultivar relaciones basadas en la confianza y el apoyo mutuo enseña a los niños la importancia de establecer conexiones emocionales profundas. Es clave alentarlos a desarrollar amistades basadas en el respeto y la empatía, los padres promueven un sentido de conexión más allá del propio beneficio personal.
6. Modelar comportamientos positivos: los hijos aprenden principalmente a través de la observación y la imitación del comportamiento de los adultos significativos en sus vidas. Los padres pueden influir poderosamente en el desarrollo de una personalidad equilibrada al modelar activamente comportamientos positivos y constructivos. Esto incluye comunicarse de manera respetuosa, admitir errores y disculparse cuando sea necesario, mostrar empatía y consideración hacia los demás, y resolver los conflictos de manera pacífica. Al proporcionar un ejemplo positivo, los padres establecen un estándar para el comportamiento socialmente apropiado y alientan a sus hijos a internalizar estos valores y habilidades.
Sin dudas que los padres que pongan tiempo en la crianza de los hijos y comprendan que estas son las cosas que se deben de fijar a la hora de tener a sus pequeños, es clave comprender que van a poder lograr identificar las señales que terminen revelando si ellos están desarrollando o no alguna personalidad complicada. Cuanto más temprano se puedan identificar estas señales, más pronto ellos podrán recibir la ayuda que necesiten para que subsanar todo.