La crianza helicóptero es un término popularizado para describir un estilo de crianza parental en el que los padres tienden a estar excesivamente involucrados en la vida de sus hijos, vigilándolos constantemente y tomando decisiones por ellos, a menudo de manera sobreprotectora. Este estilo de crianza, que se caracteriza por un control constante y una intervención excesiva en las actividades y emociones de los niños, ha generado debate en la sociedad, ya que se asocia tanto con beneficios como con riesgos para el desarrollo de los hijos.
LA CRIANZA HELICÓPTERO Y SUS CARACTERÍSTICAS
El término “crianza helicóptero” fue acuñado por primera vez en 1969 por el psicólogo y autor de libros sobre desarrollo infantil, Dr. Haim Ginott. Sin embargo, no fue hasta los años 90 que el término adquirió mayor relevancia gracias a los estudios de la psicóloga estadounidense, Dr. Foster Cline, y su libro Parenting with Love and Logic, en el que se mencionó el concepto. A lo largo del tiempo, el término se ha utilizado para referirse a padres que se “elevan” por encima de sus hijos de una manera constante y controladora, como un helicóptero que vigila y supervisa todo lo que hace su hijo.
En general, la crianza helicóptero se asocia con padres que están obsesionados con la seguridad y el bienestar de sus hijos, pero que, al mismo tiempo, intervienen excesivamente en las decisiones y actividades de estos, sin darles suficiente autonomía o espacio para desarrollar sus propias habilidades y tomar sus propias decisiones.
Características de la crianza helicóptero
Las principales características de la crianza helicóptero incluyen una vigilancia constante, un control excesivo y la toma de decisiones en lugar del niño. Algunas de las conductas comunes que definen a los padres helicópteros son:
Intervención excesiva: Los padres helicópteros tienden a estar involucrados en todos los aspectos de la vida de sus hijos, desde la elección de actividades extracurriculares hasta la selección de amigos. En lugar de permitir que el niño resuelva problemas o enfrente dificultades por sí mismo, el padre o la madre intervienen para resolver los problemas de inmediato.
Sobreprotección: Los padres helicópteros a menudo protegen a sus hijos de cualquier forma de malestar o desafío, incluso si esto significa privarlos de la oportunidad de aprender a manejar frustraciones y fracasos. Esto puede incluir intervenir en conflictos sociales, hacer tareas por ellos o evitar que enfrenten consecuencias naturales de sus decisiones.
Falta de independencia: Los niños criados bajo este enfoque tienen poca o ninguna oportunidad de aprender a tomar decisiones por sí mismos. Los padres controlan la mayoría de los aspectos de la vida de sus hijos, desde la elección de la ropa hasta las decisiones académicas, sin darles la oportunidad de tomar sus propias decisiones.
Bajo fomento de la autonomía: Los padres helicópteros no fomentan que sus hijos desarrollen autonomía, ya que tienden a hacer las cosas por ellos, lo que impide que el niño adquiera la confianza y las habilidades necesarias para manejar los problemas de la vida cotidiana.
Expectativas poco realistas: A menudo, los padres helicópteros tienen expectativas poco realistas de sus hijos. Estos padres pueden presionar a sus hijos para que logren altos niveles de éxito académico o extracurricular, sin tomar en cuenta las capacidades, intereses o deseos del niño.
Impactos en los niños
Aunque los padres helicópteros tienen buenas intenciones, como garantizar el bienestar de sus hijos y evitar que enfrenten dificultades, este estilo de crianza puede tener efectos negativos en el desarrollo de los niños. A continuación, se describen algunos de los impactos más comunes:
Falta de habilidades para resolver problemas: Los niños que crecen con padres helicópteros a menudo carecen de habilidades para resolver problemas de manera autónoma. Dado que sus padres intervienen constantemente, estos niños no tienen muchas oportunidades de practicar la toma de decisiones o de enfrentar desafíos por sí mismos.
Baja autoestima y dependencia: La constante intervención de los padres puede llevar a los niños a desarrollar una baja autoestima, ya que no tienen la oportunidad de sentirse competentes al resolver sus propios problemas. Además, pueden volverse excesivamente dependientes de sus padres para obtener orientación y apoyo, lo que dificulta su capacidad para tomar decisiones por sí mismos.
Ansiedad y miedo al fracaso: Los niños que son criados por padres helicópteros pueden desarrollar una ansiedad constante por no cumplir con las expectativas de sus padres. Pueden tener miedo al fracaso o a cometer errores, ya que se les ha enseñado a temer las consecuencias negativas. Esto puede llevar a la parálisis o la evitación de nuevas experiencias.
Problemas en las relaciones sociales: Al estar tan protegidos y supervisados por sus padres, los niños pueden tener dificultades para socializar de manera efectiva con otros niños. Pueden carecer de las habilidades sociales necesarias para manejar conflictos y hacer amigos por sí mismos, lo que puede afectar su capacidad para construir relaciones sanas y equilibradas.
Dificultad para manejar la independencia en la adultez: A medida que estos niños crecen y se convierten en adultos, pueden experimentar dificultades para adaptarse a las responsabilidades de la vida adulta, como la administración del tiempo, la toma de decisiones y la resolución de problemas. La falta de preparación para enfrentar los desafíos de manera independiente puede llevar a dificultades en la vida académica, profesional y personal.
¿Por qué algunos padres eligen este enfoque?
Los padres helicópteros a menudo lo hacen con las mejores intenciones, queriendo proteger a sus hijos de la violencia, el fracaso o las dificultades emocionales. En una sociedad en la que la competencia y el éxito son valores altamente apreciados, algunos padres sienten que al intervenir constantemente pueden asegurar el éxito y la seguridad de sus hijos. Además, la tecnología y la conectividad digital han permitido que los padres estén más involucrados en la vida de sus hijos de lo que nunca antes se había dado.
Sin embargo, el deseo de garantizar que sus hijos tengan una vida mejor, más segura o más exitosa puede conducir a un control excesivo que, en última instancia, puede obstaculizar el desarrollo de los niños. Aunque este enfoque puede ofrecer algunos beneficios inmediatos, como la protección de los niños de experiencias negativas, los costos a largo plazo pueden ser considerables en términos de su autonomía, habilidades para resolver problemas y confianza en sí mismos.
Si bien la crianza helicóptero puede tener efectos negativos, existen enfoques alternativos que permiten a los padres brindar apoyo a sus hijos sin caer en el control excesivo. La crianza respetuosa o la crianza positiva, por ejemplo, se basa en establecer límites saludables, fomentar la independencia y permitir que los niños aprendan de sus errores de manera segura.
Los padres pueden fomentar un ambiente en el que se valore la autonomía de los niños, se celebren sus logros y se les brinden las herramientas necesarias para manejar los desafíos sin intervenir excesivamente. Esto ayuda a los niños a desarrollar confianza en sus habilidades y a sentirse capaces de tomar decisiones y enfrentar el futuro con resiliencia.
La crianza helicóptero es un enfoque que, aunque motivado por el amor y la preocupación de los padres, puede tener efectos negativos a largo plazo en el desarrollo de los niños. Si bien el deseo de proteger a los hijos de problemas y dificultades es comprensible, es fundamental que los padres encuentren un equilibrio entre el apoyo y la autonomía para permitir que sus hijos se conviertan en adultos independientes, capaces y seguros de sí mismos.
