Suplementos vitamínicos en niños: ¿son necesarios?

Con la aparición del invierno, muchos padres se plantean si efectivamente los suplementos vitamínicos son buenos o no para los hijos.
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El invierno destapa una gran olla de preguntas, y una de las más frecuentes tiene que ver con los suplementos vitamínicos en niños. Y aquí es cuando se abre una vertiente de dos caminos, entre las que se encuentran los padres que aseguran que suplementar a sus hijos es correcto, y los que dicen que hacerlo no está bien.

En este artículo se exponen los dos caminos que hay alrededor de esta problemática, en función de lo que dicen los especialistas. De más está decir que la decisión final queda en manos de los padres y de lo que ellos consideren que es lo mejor para sus hijos. Pero nunca está demás poder repasar diferente opiniones para ver cuál es la mejor.

Los suplementos vitamínicos mejoran el sistema inmune.

SUPLEMENTOS EN NIÑOS: ¿SÍ O NO?

Con respecto a este tema, los expertos señalan que hay cinco claves a tener en cuenta sobre esto. Comparándolas se podrá discernir sobre si efectivamente

1.  Dieta equilibrada: en general, los niños sanos que siguen una dieta equilibrada y variada, que incluya una amplia variedad de frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales, suelen obtener la mayoría de los nutrientes que necesitan a través de los alimentos.

2.  Deficiencias nutricionales: si un niño tiene una dieta limitada, restringida o particular (por ejemplo, dietas vegetarianas o veganas estrictas), podría correr el riesgo de deficiencias nutricionales específicas, como de vitamina B12, hierro o vitamina D. En estos casos, un suplemento vitamínico bajo supervisión médica puede ser necesario para evitar deficiencias.

Los niños se benefician más de una dieta balanceada que de los suplementos,

3.  Condiciones médicas: algunas condiciones médicas crónicas pueden interferir con la absorción de nutrientes en el intestino, como la enfermedad celíaca, la fibrosis quística o algunas enfermedades intestinales. En estos casos, podrían necesitar suplementos vitamínicos para asegurar un adecuado aporte de nutrientes.

4.  Preferencias alimentarias selectivas: aquellos que son muy selectivos con sus alimentos y tienen una dieta limitada pueden correr el riesgo de deficiencias nutricionales. Acá también se puede considerar un suplemento vitamínico bajo la orientación de un pediatra.

5.  Épocas de crecimiento acelerado: durante períodos de rápido crecimiento o cuando los niños experimentan cambios físicos importantes, como en la adolescencia, es crucial asegurar un consumo adecuado de vitaminas y minerales esenciales.

La realidad no demuestra que suplementar a los pequeños con alguna vitamina vaya a afectar de manera negativa su organismo. No obstante, tampoco hay mucha evidencia sobre si es efectivo que ellos opten por tomar algún comprimido. Como se expone más arriba, la clave para cuidar la salud de un niño es siempre dándole de comer cosas saludables y naturales, que sepan que los nutrientes van a estar más en los alimentos que en los complejos vitamínicos que decidan tomar.

Así que en resumen, es clave es fundamental comprender que nada le va a ganar a una dieta balanceada y sencilla, con todos los grupos de alimentos cubiertos.

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