Ser madre primeriza no es fácil, no te preocupes si no sabés todo. Aprendés sobre la marcha y buscá todo el apoyo cuando lo necesites, sin miedo, a tus amigos, familiares o médicos. Cada bebé es diferente y cada madre tiene su propio camino por eso no te compares y disfrutá del momento. Es importante que te prepares para la lactancia antes de que nazca tu bebé. Podés hablar con tu médico o enfermera para que te orienten sobre la posición correcta del bebé al amamantar, el uso de almohadas y la necesidad de un buen agarre del pecho. Estos pueden ser los principales problemas al inicio de la lactancia materna. Incluyen:
- Dolor en los pezones: Muchas madres experimentan dolor en los pezones durante los primeros días o semanas de la lactancia. Esto puede ser causado por una mala posición al amamantar, succión incorrecta del bebé, infecciones del pezón o pezones agrietados.
- Producción insuficiente de leche: Algunas madres pueden tener problemas para producir suficiente leche para satisfacer las necesidades de su bebé. Esto puede darse por problemas de salud de la madre, como anemia o hipotiroidismo, o a una falta de estimulación adecuada del pecho.
- Engorgement mamario: Es un problema común en las primeras semanas después del parto. Ocurre cuando los pechos de una madre se llenan de leche y se hinchan demasiado, lo que puede hacer que el amamantamiento sea incómodo.
- Mastitis: Inflamación dolorosa de los tejidos mamarios que puede causarse por una infección bacteriana. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, enrojecimiento y fiebre.
- Problemas de succión del bebé: Algunos bebés tienen dificultades para succionar bien en los primeros días o semanas de vida, lo que puede hacer que el amamantamiento sea difícil o doloroso para la madre.
- Problemas de salud del bebé: Los bebés pueden tener problemas de salud que afecten su capacidad para amamantar adecuadamente. Por ejemplo, los bebés prematuros pueden tener dificultades para succionar debido a su falta de desarrollo.
Si bien te pueden servir nuestros consejos, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud, como un consultor de lactancia o un médico. Con el apoyo adecuado, la mayoría de los problemas se superan y la lactancia materna puede ser una experiencia gratificante para la madre y el bebé.
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