Según la ONG Bullying sin Fronteras, más de 10 mil chicos y chicas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) tienen miedo de ir a la escuela y ser víctimas de acoso escolar. Esta problemática continúa siendo frecuente entre los niños y niñas de edad escolar, a pesar de la consciencia que se intenta generar desde las instituciones.
Signos para identificar si un hijo es víctima de bullying
El hogar puede ser un espacio donde se siembra la violencia que convierte al niño en un acosador, pero es allí también donde un padre puede identificar que su hijo es víctima y tomar acción. En la familia, los padres deben estar atentos a las actitudes de sus hijos, ya que son varios los signos que permiten detectar si están sufriendo bullying (o acosando a otros) en la escuela.
A continuación, algunas señales que ayudan a los padres a detectar si su hijo o hija es víctima de bullying:
- No quiere asistir a clases: se suele inventar un malestar para no ir al colegio. Si el médico indica que está en perfecto estado y es evidente que la causa no es la dicha, es necesario animarlo a que diga la razón por la que no quiere ir al colegio. Además, es importante generar confianza para que exprese de manera verbal lo que le sucede.
- Cambios en el comportamiento: Los cambios se generan de forma gradual en la personalidad del niño. Las relaciones con los amigos de siempre y con la familia dejan de ser las mismas que antes. Son cambios que se dan lentamente y van afectando poco a poco su personalidad. Además, hay síntomas de nervios cuando hay que ir al colegio, cambios de humor y tristeza.
- Padecen ataques de ira, violencia o irritabilidad: Estos comportamientos suelen ser más comunes en los adolescentes.
- Pérdida de materiales escolares y prendas de ropa: Muchas veces, los acosadores utilizan el robo de objetos personales y material escolar como medio de intimidación hacia el acosado.
- Piden dinero en casa: Cuando el niño pide dinero para gastos injustificados o por razones dudosas, es posible que esté cediendo a las presiones de un abusador.
- Síntomas psicosomáticos: Muchas veces, el acoso que sufren los escolares es psicológico. Por este motivo, el síntoma más común es el psicosomático. El niño puede presentar diferentes síntomas a nivel físico como alteraciones del sueño, malestar al levantarse, mareos y dolores de cabeza, temblores y palpitaciones, problemas digestivos y desórdenes de la conducta alimentaria.
- Cambios en el rendimiento escolar por la falta de concentración.
¿Cómo deben actuar los padres ante una situación de bullying?
Si un padre detecta que su hijo es víctima de bullying, no debe perder la calma. Al contrario, tiene que mostrar confianza y determinación, y generar un clima de seguridad y escucha en la casa para que el niño se anime a hablar. Hay que transmitirle la seguridad para que sepa que no está solo y que acudir a sus padres para recibir ayuda puede solucionar el problema.
Asimismo, es importante acudir al colegio y contactar a la persona responsable para que pueda ayudar a solucionar el conflicto. En otras palabras, es fundamental mantener una buena comunicación con la escuela para continuar con el apoyo y la colaboración mutua.
Por último, cabe aclarar que la culpa de que un niño o niña sufra bullying no es de los padres, pero es en las casas donde uno aprende y los padres son los principales referentes. Es muy importante educar a los niños y niñas en la no agresión y enseñarles los valores de la tolerancia, la amistad y el respeto mutuo para que sean adultos responsables y libres.