Apoyar a un hijo que enfrenta problemas de salud mental puede ser un desafío, pero es esencial para su bienestar emocional y su desarrollo. Los trastornos de salud mental en niños y adolescentes son más comunes de lo que uno podría pensar, y los padres tienen un papel fundamental en la detección temprana y el apoyo adecuado.
Muchas veces, los adolescentes, por diversos factores o causas, enfrentan este tipo de problemas y les es difícil expresarlo o decirlo en voz alta, por miedo a que lo juzguen y a que no lo entiendan, ya que hablar de dichos temas es bastante nuevo y reciente, y aún habiendo existido hace años, anteriormente, no se le ponía nombre o etiqueta a dichos sucesos.
A continuación recomendamos algunos tips para apoyar y ayudar a tu hijo ante problemas de salúd mental:
En primer lugar, impulsar la comunicación abierta entre el hijo y el padre. Fomentar un ambiente en el que el hijo se sienta cómodo hablando sobre sus sentimientos y pensamientos. Tratar de no preguntar del por qué y hablar tanto, sino escucharlo. Preguntarle más bien, cómo podría ayudarlo, qué cree él que podría llegar a ser lo mejor o la mejor manera para encararlo.
A su vez, hay que educarse sobre lo que sucede con el adolecente o niño. Investigar y comprender los problemas de salud mental comunes en niños y adolescentes. Cuanto más sepa uno, mejor podrá ayudar a su hijo y desmitificar la estigmatización que a menudo rodea a estos problemas.
Por otro lado, si se sospecha que el hijo está experimentando problemas de salud mental, buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Un terapeuta, psicólogo o psiquiatra especializado en niños y adolescentes puede proporcionar una evaluación y orientación adecuadas.
Mantener una rutina regular puede ser reconfortante para los niños con problemas de salud mental. La estructura proporciona un sentido de seguridad y previsibilidad.
Fomentar la autoestima es otro consejo que consideramos es clave para ayudar al niño. Ayudar a construir una autoimagen positiva. Reforzar y remarcar sus logros y habilidades, y anímalo a perseguir sus pasiones e intereses.
Por otro lado, se entiende que tratar este tipo de problemas desde cero puede ser estresante o triste. Hay que controlar el estrés y toda sensación negativa cuando uno se encuentra con su hijo. Utilizar medios como la meditación, la respiración profunda y la relajación pueden ser herramientas efectivas. A su vez, enseñarselas al hijo que esta intranquilo y hacer hasta este tipo de actividades juntos.
Por otro lado, algo super positivo para los chicos es hablar con ellos sobre la importancia de eliminar el estigma en torno a la salud mental. No solo hacerle entender que es super normal, común y nada grave va a suceder, sino que animarlo a compartir sus experiencias con amigos y ser abierto sobre sus desafíos. De esta manera, normalizará los sucesos y se sentirá más seguro y cómodo si sucede algún episodio.
Por otro lado, la recuperación de problemas de salud mental lleva tiempo, por ende hay que ser paciente y demostrar empatía en todo momento.
Involucrar a toda la familia en el proceso de apoyo, también ayudará al niño a demostrarle que puede confiar en todos los miembros de la familia, y lo ayudará a uno a alivianar la presión y la tensión de ser él solo quien apoya y ayuda al hijo ante dicha situación. La educación sobre los problemas de salud mental y la participación de todos los miembros de la familia pueden crear un entorno más comprensivo y solidario.
Aunque es importante brindar apoyo, también es crucial permitir que el hijo desarrolle la autonomía y las habilidades para afrontar sus propios desafíos. Por esta razón, nunca es recomendable la sobreprotección.
Por otro lado, celebrar los pequeños logros y avances en el camino hacia la recuperación, es muy alentador y es una manera de apoyar al hijo. Reconocer el progreso puede motivar a tu hijo a seguir adelante.
Apoyar a un hijo con problemas de salud mental requiere paciencia, comprensión y dedicación. No estás solo en este viaje; hay profesionales y recursos disponibles para ayudarte. El apoyo de la familia, la comunicación abierta y la educación son fundamentales para garantizar que tu hijo reciba la atención que necesita para su salud mental. Recuerda que la recuperación es posible, y tu apoyo desempeña un papel esencial en el proceso.