Los chicos terminaron las clases… llegó el momento de relajar. Sin embargo, aparece un factor que hasta el momento no había mostrado presencia: el aburrimiento. Con mucho más tiempo en sus manos, tus hijos comienzan a deambular por la casa buscando algo para hacer, y hasta pueden ponerse un poco molestos sin ninguna actividad.
Es aquí cuando muchos padres terminan recurriendo a la tecnología, más que nada para darles algo para que miren mientras ellos trabajan o bien, deben hacer alguna cosa. Sin embargo, que los niños se aburran es una de las mejores cosas que les puede pasar, especialmente a los que son bien pequeños.
POR QUÉ SE ABURREN TUS HIJOS
Actualmente, con tal de que los hijos no se aburran se los inscribe en colonias de vacaciones, miles de actividades extracurriculares, pintura, danza, música, maestra particular, niñera… cuando en el pasado jamás fue así. Antes, durante las largas jornadas del verano, los niños tenían que buscar algo para hacer para poder pasar el día.
Y es en esa búsqueda donde se encuentra el beneficio máximo del aburrimiento. Que ellos se las ingenien detona un proceso creativo en el cerebro, que suele permanecer dormido en caso de que se le esté dando un estímulo constante. Cuando los padres traen a los chicos de acá para allá, piensan por ellos y les resuelven la agenda del día.
Los hijos tienen que aburrirse durante sus vacaciones, para que así comiencen el proceso mental de encontrar actividades. Con el tiempo, ellos se vuelven más aptos para resolver problemas en su adultez, son mucho más flexibles y resilientes cuando se interponen a alguna situación problemática, y demás.
BENEFICIOS DE QUE SE ABURRAN TUS HIJOS
El aburrimiento trae múltiples beneficios entre los que se encuentra, por ejemplo, encontrar la plenitud. Este estado les ofrece a los hijos la posibilidad de explorar muchas actividades que sean satisfactorias y placenteras para ellos, que a lo mejor jamás harían si no estuviesen con mucho tiempo libre en sus manos durante las vacaciones.
A su vez, estar aburrido le indica a la parte inconsciente del cerebro que algo no está funcionando bien. Este indicativo informativo es fundamental, ya que pone a la mente en estado de alerta e inicia un proceso con el fin de corromper este estado para volver al de paz y felicidad que tiene el estar haciendo que divierte y entusiasma.
CÓMO AYUDAMOS LOS PADRES A LOS HIJOS EN EL ABURRIMIENTO
Dado que intervenir con actividades o un día todo marcado puede ser lo más perjudicial, los padres podrían colaborar incitando a los hijos a comenzar alguna actividad. Es decir, no es lo mismo dejar al chico solo, que llevarlo a una habitación que está repleta de lápices y papel para que dibuje o pinte.
Si bien ellos no intervienen en la decisión del pequeño de qué actividad comenzar, son muy buenos agentes llevándolo al centro de estimulación. Así, el niño escanea la variedad de opciones para hacer y arranca el proceso en la mente explicado anteriormente.