8 consejos sobre quemaduras solares en bebés y niños que debés saber

La piel de los bebés y niños es especialmente delicada y susceptible a los daños del sol. Las quemaduras solares en esta etapa de desarrollo pueden ser dolorosas y tener consecuencias a largo plazo.
8 consejos sobre quemaduras solares en bebés y niños que debés saber

La piel de los bebés y niños es especialmente delicada y susceptible a los daños del sol. Las quemaduras solares en esta etapa de desarrollo pueden ser dolorosas y tener consecuencias a largo plazo. Para protegerlos, acá te presentamos ocho consejos clave:

 1. Prevención primordial:

 Evitá exponer a los bebés menores de 6 meses directamente al sol. Para niños mayores, usa ropa protectora, como camisetas de manga larga, sombreros y gafas de sol. Buscá sombra y limita la exposición al sol, especialmente durante las horas pico de radiación ultravioleta.

 2. Uso de protector solar:

 Usar protector solar diseñado específicamente para bebés y niños. Elegí uno con un alto factor de protección solar (FPS), preferiblemente FPS 30 o superior. Aplícalo generosamente en todas las áreas expuestas de la piel, incluso en días nublados. Volver a aplicarlo cada pocas horas y después de nadar o secarse con una toalla.

 3. Evitá remedios caseros:

 En caso de quemaduras solares, evitá el uso de remedios caseros como mantequilla, aceites esenciales no diluidos o lociones perfumadas. Estos productos pueden empeorar la irritación y aumentar el riesgo de infección. 

 4. Piel hidratada:

 Las quemaduras solares pueden causar deshidratación en la piel. Mantené la piel de tu bebé o niño hidratada aplicando loción sin perfume después del baño. Elegí una loción suave y libre de fragancias para evitar cualquier reacción adversa.

 5. Consultá a un profesional:

Busca atención médica de inmediato. Un profesional de la salud podrá evaluar la gravedad de la quemadura y recomendar el tratamiento adecuado.

 6. Baños de agua fría:

 Si la quemadura solar es leve, podés aliviar el malestar sumergiendo al niño en un baño de agua fría durante unos minutos. Evitá el agua fría extrema para no causar más irritación.

 7. Ropa suelta y transpirable:

 Vestir al niño con ropa suelta y transpirable para evitar la fricción en la piel afectada. Las telas naturales como el algodón pueden ser más cómodas para la piel irritada.

 8. Medicación Bajo Supervisión:

 Si el médico lo recomienda, podés usar analgésicos de venta libre, como el paracetamol, bajo la supervisión del profesional. Esto puede ayudar a aliviar el dolor y la incomodidad.

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